..... y mientras soñaba, la señora de la oscuridad invadió con su presencia la oscuridad de mi habitación, me instaba a levantarme de mi poco prolongado letargo, para cumplir con las tareas asignadas para mi ese día. Poco a poco, mientras abría los ojos, se me ordenaba la conquista de un nuevo pedazo de aquel lejano reino donde existía la luz, y donde los verdes prados hacían las delicias de cuantos por ellos vagaban.... encendí la luz, y cuando por fín abrí los ojos, la señora de la oscuridad no estaba allí. Sólo puedo mantenerla lejos de mí mientras haya luz. Esperemos que lo consiga, ahora que el reino de la oscuridad ya no tiene su capital en mi salón.
Escrito por Vigilia a las 13 de Enero 2004 a las 02:13 PM