No estoy aquí por propia voluntad,
en el juego de azar que es la vida,
yo no soy la jugadora, soy los dados.
Resignada acepté,
golpes, sonrisas, bromas;
bromas que hacen daño,
que te nublan los ojos.
Bailar entre dos precipicios:
amor encontrado... y al instante perdido,
dolor callado de los que más he querido,
de los desconocidos que gritaban
por olvidar los daños sufridos;
Es siniestro el silencio vivido
sin explicación o consuelo.
No seas egoísta, déjame al menos
que sea yo quien decida
el momento de abandonar.
Estoy cansada, muy cansada,
cansada de ser el títere
que alguien maneja a su antojo,
como si los sueños fueran hilos,
y mi vida de hilos un manojo.
Estoy cansada, muy cansada,
cansada de todo;
Ya no me hacen gracia
los juegos de artificio en el crepúsculo,
los viejos libros, los días jóvenes,
pero ahora....
¡solo quiero dormir! ¡ que nadie me despierte!
Déjame al menos decidir eso.
Aunque ya se lo inútil de mi empeño:
eres la mano que acaricia o golpea,
la que ahora me abre la puerta
y me hace libre, me libra de tí,
porque nada puede hacerse sin tu consentimiento.
¡Soy incapaz de enjugar mi llanto!
o mi derrota, pero no hay
infierno más deseable que la vida.
Vive. Alza la cabeza y seca tus ojos. Lo más difícilestá hecho.
Recuerda que el destino baraja pero nosotros jugamos. Si una mano fue mala, siempre puedes jugar otra... y tus cartas son ganadoras ;)