Odio a las personas que se creen que son el ombligo de nuestro mundo, que se piensan que cada uno de nuestros mas ínfimos pensamientos están dirigidos sólo a su persona. Son la clase de personas que se creen que pueden hacer lo que quieran contigo, porque al fin y al cabo resulta que sin tu saberlo, son el ombligo de tu mundo. Es la ostia vamos.
Me gustaría ver que cara se le queda alguno cuando descubra que hay cosas en el mundo además de su puto ombligo, y que además la gente tiene más vida que pensar en ellos. Que se piensan que pueden tenernos en la nevera por si algún día nos necesitan para algo. No es así, y no debería serlo. Ese tipo de historia es una mierda.
Pero todo llega, y a veces las cosas llegan antes de lo que pensamos, sólo hay que tener paciencia y esperar. Y resulta que estoy descubriendo que en frío tengo mucha paciencia. Lo que son las cosas.
Al final me ha quedado otro post insulso más, pero al menos me he desahogado aporreando las pobres teclas.
Sonando... behind blue eyes (limp bizkit) --> gracias por la recomendación Miguel, eres un sol
Escrito por Vigilia a las 15 de Abril 2004 a las 10:52 PMEstoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices: conozco gente así. Pero como dice el refrán: "Al platu vendrás arbeyu, que si nun ye de joven será de vieyu".
Ahora se consideran el punto de atención, el ombligo del mundo pero ya verás tú el día que se lleven el chasco y se enteren de que no es así...
La aventura promete y ese tiempo está muy cerca...
Un besazo guapa :P
Escrito por Trinity a las 16 de Abril 2004 a las 12:03 PMTodos creemos que somos el ombligo del mundo: personalmente, creo que el mundo existe desde que nací, y acabará cuando me muera. Yo lo llamo la filosofía "Show de Truman".
Pero esa gentuza que se cree que todos estamos para servirlos, y que son el ombligo de nuestro mundo, son realmente las "pelotillas" del ombligo, esa cosa gris y asquerosa que aparece, nadie sabe de dónde, para molestar. Y, al igual que las pelotillas, hay que deshacerse de ellos, hacer una bolita con todos ellos, al igual que con los mocos, y lanzarlos lejos, o, mejor aún, a alguien que nos caiga mal.
Escrito por El tato a las 16 de Abril 2004 a las 05:16 PM